Educación Sexual Integral y la comunidad LGBTQ+: Avances y desafíos en la Ciudad de Buenos Aires
- mariaagustinapicon
- 21 may 2023
- 2 Min. de lectura
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se han logrado importantes avances en la implementación de la ESI, pero aún existen desafíos por superar para garantizar la promoción de la diversidad.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) fue un paso importante hacia la promoción de la diversidad y la inclusión en el sistema educativo. La ESI, establecida por la Ley 26150, garantiza el derecho de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas adultas a recibir educación sexual integral en todos los establecimientos educativos públicos y privados. Para comprender mejor el impacto de esta ley en la comunidad LGBTQ+, entrevistamos a María Inés Alvarado de la fundación LaESIenjuego, a Marilina Caballero, docente de historia, y a Sebastián Navarro, docente capacitado en educación sexual en la Universidad de Buenos Aires.
La Ley de ESI describe esta educación como un espacio sistemático de enseñanza y aprendizaje que promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes en relación con el cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad responsable, el respeto por la diversidad y los derechos de las personas. María Inés Alvarado, de la fundación LaESIenjuego, destaca que la ESI es un derecho de todos los niños, niñas y adolescentes, y su organización se dedica a promover esta temática a través de la capacitación docente y el acceso a material pedagógico.
Sin embargo, tanto María Inés Alvarado como Marilina Caballero coinciden en que la efectividad de la ley varía en diferentes regiones y establecimientos educativos. Algunas instituciones y docentes abordan la ESI de manera efectiva, promoviendo la igualdad y el respeto por la diversidad, mientras que otras no cumplen con su implementación de manera adecuada. La falta de capacitación y las diferencias socioeconómicas e ideológicas son obstáculos que dificultan su aplicación.
En cuanto a la inclusión de la comunidad LGBTQ+ en la ESI, María Inés Alvarado destaca que la ley no excluye a ningún estudiante por su orientación o identidad sexual. La ley busca ser un espacio de enseñanza y aprendizaje que promueve el respeto por la diversidad y la igualdad de trato. Marilina Caballero afirma que la clasificación de hetero y no hetero es una distinción del pasado y que la diversidad sexual debe ser contemplada en todo momento.
Sobre las quejas relacionadas con la enseñanza de la llamada “ideología de género” en las escuelas, todos los entrevistados coinciden en que no existe tal ideología y que es una expresión utilizada por sectores conservadores para rechazar la ESI y limitar los derechos de las personas LGBTQ+. Según Sebastián Navarro, la Educación Sexual Integral es un avance que rompe con el statu quo y genera resistencia en aquellos que aún no aceptan la igualdad de género y la diversidad.
Si bien la Ley ha sido un avance importante, todos los entrevistados coinciden en que aún existen desafíos y áreas de mejora. Es necesario brindar una capacitación continua a los docentes y garantizar su acceso a material pedagógico actualizado y pertinente. Asimismo, es fundamental que las instituciones educativas desempeñan un papel fundamental en la promoción de una educación sexual integral. Es importante que se implementen políticas y programas que aborden de manera inclusiva y adecuada las necesidades de todos los estudiantes, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
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