Fer Albornoz: ‘‘Cualquier vulneración de derechos genera un impacto sobre la salud mental”
- mariaagustinapicon
- 28 may 2023
- 6 Min. de lectura
En diálogo con Calles CABA, Fer Albornoz, secretario de la ‘’FALGBT’’ y coordinador de la marcha del orgullo, habló sobre salud mental LGBT, consumos y discriminación. Además, comentó la importancia del rol de los medios de comunicación.
Fer Adrian Albornoz es parte de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es una persona no binaria, por eso su nombre es Fer, así cortito, aunque muchas personas le pregunten si no se llama Fernando.
Entre sus amplias e interminables formaciones, se recibió de Licenciado en Gestión de Políticas Públicas y Licenciado en Trabajo Social. Tiempo después, usaría estos conocimientos para su desarrollo profesional y en 2020 fundar la Secretaría de Salud Mental y Consumos de la Federación Argentina LGBT, organismo mediante el cual brinda asistencia, capacitaciones y estrategias de prevención. Además, es el encargado de coordinar el área de salud de la marcha del orgullo que se celebra todos los años en noviembre en nuestro país.

Fer Albornoz, secretario de la FALGBT y coordinador de la marcha del orgullo.
-¿Cómo llegaste a fundar la secretaría de abordaje de salud mental y consumos problemáticos de la FALGBT?
Desde el año 2014 empezamos a trabajar la temática junto a Sedronar creando protocolos. Logramos generar programas de capacitación y abordaje en lo que es la asistencia en consumos problemáticos y en el 2020 después del cambio de gestión de Sedronar, se cerró el área que hacía esos abordajes y creamos la ‘’Secretaría de abordaje de consumos problemáticos’’ (que fue el primer nombre que tuvo). Después vino la pandemia, un cambio de escenario para todxs quienes hacemos activismo. Ahí notamos que había un montón de otras complejidades que estaban por fuera del tema de consumos problemáticos y empezamos a abordar la salud mental. Así empezamos a ser ‘’Secretaria de Salud mental y consumos de la FALGBT’’.
-¿Podrías describir en una palabra cuál es el objetivo principal de la secretaria?
En una palabra se complica pero lo que buscamos es generar una transformación en la forma en la cual se aborda la problemática, ya que la mayoría de los profesionales que tratan la salud mental y consumo no suelen tener una perspectiva muy copada. No solamente respecto a diversidad, sino también respecto a género. Eso hace que de cada 10 personas que se acercan a dispositivos de consumo problemáticos, 8 sean varones. Y no es que las mujeres consuman menos que los hombres, sino que no tienen la misma posibilidad de acercarse a dispositivos o cuando se acercan terminan siendo rechazadas. Así que lo que buscamos nosotros es generar un cambio de paradigma, dar capacitaciones y en el mientras tanto, generar asistencia a las personas en nuestra comunidad.
-También sos coordinador del área de salud de la marcha del orgullo, ¿De qué trata tu rol?
Si bien hace muchos años que vengo desempeñando este rol, este año recién le pusimos nombre. Básicamente mi rol es generar acciones de reducción de riesgos y daños. Por ejemplo, que haya puestos que entreguen agua para que quienes van a divertirse (que normalmente toman alcohol y otras sustancias), disfruten al 100% y que no terminen con la pera contra el piso. Además, también organizamos el cuidado de emergencias. Hay mucha gente que cree que la marcha del orgullo es un hecho que sucede, que justo pasó alguien con un escenario y lo armó. Pero no es así, nosotros desde marzo a noviembre empezamos a programar todo y tenemos que diagramar los esquemas de emergencia, por donde pueden entrar las ambulancias, salir, etc. Así que básicamente yo estoy encargado de esas dos acciones.
-¿Cuáles crees que son los principales desafíos que enfrenta la comunidad lgbtq+ en la Ciudad de Buenos Aires?
Hay tres luchas principales que estamos manteniendo. La primera es por una ley anti-discriminatoria. Si bien en CABA ya está aprobada, necesitamos que se apruebe a nivel nacional porque hoy en día cruzas la General Paz y la ley ya no te cubre. La ley anti-discriminatoria nacional la escribió el ex-presidente De la Rúa en el año 88. Es una ley muy escueta, media carilla… Está muy incompleta. Entonces una de las luchas es una nueva ley anti-discriminatoria.
Por otro lado, tenemos la ley de identidad de género que se aprobó en 2012 y fue un gran cambio para la comunidad travesti y trans, pero no logró hacer que se respeten la totalidad de los derechos. Entonces en ese sentido, presentamos un proyecto de ley, la “Ley integral trans’’, que busca generar un protocolo para que tengan un acceso a derechos como salud, educación, trabajo registrado.
Por último, otra lucha que tenemos es el tema del lenguaje inclusivo. Hace poco más de un año en CABA se prohibió su uso por una medida cautelar del gobierno de la ciudad. A nosotrxs no nos interesa que se imponga, pero sí que quien quiera usarlo pueda. Tiene que ser una opción, no una imposición, ni una cancelación. Hoy en día estamos en el escenario de cancelación que es lo que queremos cambiar.
-¿Crees que violencia y la discriminacion hacia la comunidad lgbtq+ tiene un impacto en los consumos que puedan llegar a tener?
Si, totalmente. En realidad cualquier vulneración de derechos, ya sea violencia o agresiones, genera un impacto sobre la salud mental. Y la mayoría de las veces los consumos terminan siendo un canal de escape. Nadie tiene problemáticas de consumo porque si, el consumo es algo que viene a tapar otra cosa. Cuando se convierte en algo problemático es porque lo que se está tapando está estallando.
-¿Las personas que forman parte de la comunidad trans son más propensas a tener problemas de consumo?
Sí y parte tiene que ver con el contexto. Por ejemplo, una persona trans empieza a recorrer el camino de la autopercepción a los 11 o 12 años. Cuando les cuenta a sus padres, ellos tienden a tomar dos posturas: los aceptan (que lamentablemente son la minoría de los casos) o no. Así empiezan con microagresiones que terminan condicionando en un montón de cosas. Después en la escuela, que no les quieren hacer el cambio en la lista, en los registros, etc. Terminan abandonando.
Esa línea de vulneración que empieza a crecer hace que de alguna manera tengas que tapar todas las violencias. Además, muchas veces las personas trans al no conseguir trabajo terminan ejerciendo la prostitución, y eso hace que tengan que aguantar un montón de otras violencias en el camino, que una sustancia hace que sea más tolerable.
-¿Que se ha logrado en la Ciudad de Buenos Aires en materia de reconocimiento a las personas trans?
Se ha logrado menos de lo que queríamos. La gran conquista que tuvimos fue en el 2021 con la Ley de identidad de género a nivel nacional, que afecta directamente a las personas trans de la Ciudad de Buenos Aires. En la ciudad en particular no hay cupo laboral trans, que es algo que faltaría arreglar, pero la mayoría de las trans son beneficiadas por el hecho de que muchos de los organismos nacionales que sí tienen cupo laboral trans están radicados en CABA. De forma indirecta terminan siendo beneficiadas por una política nacional.
-¿Cuáles son los desafíos que quedan por cumplir?
Faltaría la inclusión en una ley antidiscriminatoria y que se apruebe una ley integral trans para que puedan tener acceso a plenos derechos.
-¿Por qué las personas trans tienen menos esperanza de vida que el resto de la población?
Es un número alarmante, ya que la expectativa de las personas trans está cerca de los 40 años, mientras que la del resto de la población Argentina ronda entre los 70. Uno de los principales motivos en su momento fue no tener una forma legal de que el espejo te devuelva una imagen de tu autopercepción. La mayoría se tenían que hacer relleno con sustancias hiperagresivas para el organismo. Desde la ley de identidad de género eso mermó bastante, el tema de las operaciones está reglamentado y ya no tienen que caer en eso. Pero hay otra realidad, la mayoría de la personas trans van al sistema de salud y no son tratadas de la forma correcta. Eso hace que luego traten de no ir a hospitales. Además, como la comunidad trans suele vivir agrupada, si una persona trans es violentada en un hospital, todo el grupo de personas que viven con ella saben que ese hospital no las atiende bien. En consecuencia, ante una enfermedad se automedican o si quieren comenzar un tratamiento hormonal, se recomiendan entre ellas. Eso no es bueno.
-¿Cómo se podría cambiar esta situación?
Para que eso cambie tendría que haber un cambio social, que sepan aceptar las identidades. La ley de identidad de género por ejemplo, en su artículo 12 habla del ‘’trato digno’’ y postula que las personas tengan o no hecho el cambio registral tienen que ser respetadas por su nombre de pila y por su género. Hoy en día no conozco muchos lugares que respeten eso.
-¿Qué cambios se pueden hacer desde los medios de comunicación para ayudar?
Que pregunta complicada… Ojalá que las nuevas generaciones crezcan con más sensibilidad respecto a estos temas. La palabra de los medios tiene un peso mucho más fuerte del que la gente piensa y si ejerces violencia en los medios es tremenda la consecuencia.
Commenti